# Lo que sucede... CONVIENE
Me apasionan las letras de ciertas canciones, y una de ellas dice, “La vida te enseña una y otra vez las mismas cosas, hasta que las aprendes”.
Bien, cuando conseguimos ser conscientes de que todo lo que nos pasa en la vida es por algo qué tenemos que aprender, empezamos a comprender que las cosas que nos suceden son necesarias para desarrollarnos, crecer y evolucionar como personas.
Yo... creo en las causalidades. Las cosas suceden por algo, aunque al principio no entendamos muy bien el por qué, o el para qué de dicho suceso.
Hace tiempo aprendí que en la vida existen dos tipos de maestros...
Los escogidos, y los encontrados.
Los Maestros...tienen el don de iluminar el camino, tienen el don de poner la luz en aquello que tienes que mirar tú, para conseguir ser libre. Cuando el maestro no te dice lo que tienes que hacer, te invita a que seas más consciente en tu vida.
Los maestros escogidos, son personas que admiramos, son personas que nos inspiran, que comparten nuestra forma de ver el mundo. A este tipo de maestros les seguimos para ampliar nuestro conocimiento, y a su vez para reafirmar nuestra vida, la vida, que llevamos.
Este tipo de maestros, complementan nuestra visión y amplian nuestras metas, nuestros propósitos. Tienen una idea similar a la nuestra, pero más extensa. Y puede ser un amigo, una amiga, familiares, mentores, personas que seguimos, autores, directores....
Por otro lado, el otro tipo de maestros, son los maestros encontrados. Son personas que la vida nos trae, puede que sea por un segundo, o mucho más tiempo. Estos maestros nos agitan, por algún motivo, bien porque han generado dolor de algún tipo, o carencia, o humildad o amor... son maestros que dejan ver de ti, partes que tal vez no conocías.
Un maestro escogido puede pasar a ser un maestro encontrado, porque su misión es despertar en ti, algo que tienes que aprender y no esperabas.
Un maestro surge cuando el aprendiz esta listo. Y aunque no lo creas, la vida te trae las situaciones que necesitas para aprender, y las personas que necesitas para aprender, y del mismo modo, la vida, también te da todas las herramientas que necesitas para transitar el camino que quiere enseñarte.
Solo cuando estás preparado para aprender algo, la vida te lo trae. Por lo tanto, valora tus habilidades, tus capacidades, y fortalécelas. No evites las situaciones en las que puedes entrenarlas.
Es muy probable que cuando aparezca un maestro encontrado, transitar por el camino que te muestra, sea duro y lo pases mal. Pero si no evitas mirar lo que sucede en ti, el aprendizaje que te traerá será eterno. Y sin darte cuenta, sentirás un amor y una gratitud, enorme por lo que ese maestro te permitió ver de ti.
Y con el tiempo, seguramente podrás darte cuenta, de que el camino que te mostró tenía que ser de ese modo, y con esa intensidad, para que así, tú lo aprendieses.
En la medida que nos conocemos a nosotros mismos, y decidimos qué valoramos, tarde o temprano, terminamos por encontrar el sentido que le queremos dar a nuestra vida, personal, familiar o profesional.
Hasta ahora, no podemos predecir el futuro, por tanto, independientemente de lo que te pase, te invito a que confíes en tu capacidad de dar respuesta a las diferentes situaciones, que te vayan surgiendo.
Sin querer, empiezas a confiar en la vida, y empiezas a ser consciente de que las cosas que suceden son necesarias para evolucionar, madurar y desarrollarnos como seres humanos.
Termino con una cita ...
Tengamos la serenidad para aceptar las cosas que no podemos cambiar, el valor para cambiar las que sí puedo cambiar, y la sabiduría para establecer la diferencia.
Seguimos caminando,
Un abrazo inmenso.
Marta.